Aventura y Descubrimientos

 

Esta semana se cumplen cinco años desde la publicación del primer post de Sinaptando, un blog que surgía a la aventura, sin otra pretensión que la de intentar divulgar conocimientos y experiencias relacionadas con la psicología y las relaciones humanas. Lo que ignoraba entonces era la cantidad de descubrimientos que haría leyendo los blogs de las personas que empezaban a leer el mío. Hoy se me hace difícil imaginarme a mí misma ignorando las realidades de sus particulares y maravillosos mundos.

La mente humana es increíblemente compleja y sorprendente. Todos paseamos la nuestra cada día sobre unos hombros a veces caídos y otras queriendo parecer muy seguros de sí mismos. A los ojos de los demás, podemos parecer simples individuos que cada día tienden a seguir las mismas rutinas. Se nos puede ver yendo al trabajo, atendiendo nuestras tareas cotidianas, haciendo la compra, tomando un café con alguien del trabajo o con algún amigo (cuando las restricciones del momento lo permiten), tirando la basura o conversando sobre cosas banales con algún vecino. Vistos desde esa óptica, todos parecemos muy iguales y demasiado previsibles. Pero, cuando nos quedamos a solas con nosotros mismos y le permitimos a nuestra mente relajarse y sentirse libre de expresarse como le da la gana, generándonos pensamientos que surgen disparados y sin filtros, hay personas que son capaces de crear contenidos que, sencillamente, rozan lo increíble y contribuyen a hacer sentirse muy a gusto a mucha gente.

Tal es el caso de los blogs que he ido encontrándome por el camino en esta aventura que ya dura cinco años. Hay tanto talento sinaptando por las redes...

Gracias por las muchas sinapsis que se han generado en mi cerebro al interactuar con tod@s vosotr@s a través de vuestros blogs, vuestros mensajes o vuestros comentarios.


La vida sólo tiene sentido cuando somos capaces de compartirla con otras personas, cuando nos dignamos a despeinarnos, cuando el miedo a mojarnos no consigue echarnos para atrás, cuando decidimos apostar fuertemente por alguien o por algo, cuando nos atrevemos a sonar y nos determinamos a pelear por esos sueños, cuando nos empeñamos en que ningún día pueda confundirse con ningún otro porque nos resistimos a repetir todos los días lo mismo, cuando nos emocionamos y permitimos que esas emociones nos abran nuevas puertas y derriben nuestros propios muros mentales.

Pretender vivir sin asumir riesgos, sin responsabilizarnos de tomar ninguna iniciativa, es como aceptar convertirnos en marionetas que se mueven y se expresan con los movimientos y con las voces de otros, que tal vez no tengan nada que ver con nosotros ni con lo que desearíamos en el fondo.

Dada la brevedad de la vida y dado que sólo vamos a tener una oportunidad para vivirla, siempre es preferible aprender a experimentarla con los cinco sentidos muy despiertos y sin perdernos ningún detalle de los paisajes que atravesamos mientras recorremos nuestro particular camino. A veces cometemos el error de pretender vivir muchos años, pero no nos detenemos a pensar si somos conscientes de lo que vivimos cada día. Perdemos tanto tiempo con la mente secuestrada por los fantasmas del pasado o con la mirada fijada en el horizonte que nos gustaría que estuviese por venir, que despreciamos el presente y nos perdemos lo que acontece a nuestro alrededor.  ¿Para qué queremos vivir tantos años, entonces? ¿Acaso para seguir dejando pasar la vida sin dignarnos a experimentarla?

En estos cinco años, por cada post de Sinaptando que he compartido en las redes, he leído y disfrutado los posts de otros bloguer@s que me han ido abriendo nuevas ventanas en la mente por las que se ha ido renovando el aire y se han iluminado rincones que no era consciente ni de que existieran. Porque la mente es caprichosa y polifacética, pero como el cuerpo, necesita ser entrenada para mejorar su rendimiento. Si no se le da caña, se vuelve vaga y se limita a preferir los caminos fáciles, las rutinas previsibles, recostándose en nuestra zona de confort.

Siempre me he considerado una incansable buscadora que nunca ha tenido bastante con lo descubierto, porque he necesitado saber nuevos detalles que me embarcasen en nuevas búsquedas. Plantearme la vida como una carrera de obstáculos y sentir que crezco con cada reto superado. También he huido siempre de los caminos rectos. Desde niña me encantaron los atajos. Tuve la suerte de vivir diez años de mi infancia en un piso frente al mar, muy cerca de un faro y de las ruinas de un castillo medieval. El pueblo y el colegio estaban a más de un kilómetro de distancia y, en aquella época, íbamos a todas partes caminando. En primavera y en otoño aquellas caminatas eran muy agradables, pero en invierno acostumbraba a soplar con fuerza el viento de tramuntana, que arrastraba arena y agua del mar. Llegar al colegio era casi una odisea. Pero yo lo vivía como una aventura y, cuando los días eran más largos y a veces nos tocaba volver solas a mis hermanas y a mí, nos gustaba probar rutas nuevas para que la rutina de volver a casa nos aportase nuevos descubrimientos. Más de una vez nos salió al paso un hombre a caballo que vivía por la zona. También conocíamos a una pareja casi anciana que eran de Egipto y tenían en su apartamento dos crías de león. Sin duda, este tipo de excentricidades hoy en día serían casi impensables, pero en los años setenta se permitían. En la actualidad, el castillo está restaurado y tiene establecidos unos horarios de visita, pero en aquellos años estaba completamente abandonado y nos gustaba buscar espárragos o caracoles entre sus ruinas. Cuando nos mudamos al pueblo, el camino hacia el colegio dejó de ser una experiencia tan placentera y rica en sorpresas, pero empecé a escribir y mi mente pudo seguir escapándose de la rutina.

Escribir siempre me ha ayudado a encontrarle el sentido a la vida cada vez que las circunstancias me han hecho tambalear, pero cuando decidí empezar este blog nunca me hubiera imaginado que recibiría tanto a cambio. Pese a que, he de reconocer, que ha habido semanas en que me he sentido incapaz de encontrar un tema del que escribir y que he llegado incluso a plantearme concluir el blog, leer algún artículo de los bloguer@s que sigo ha bastado para inspirarme y para convencerme de que quería seguir.

Aunque no nos conozcamos en persona y aunque nunca lleguemos a hacerlo, creo que ya somos como una gran familia en la que todos nos respetamos y nos animamos a seguir desarrollando nuestra mejor versión. Necesitamos seguir descubriéndonos y permitiendo que los demás nos descubran, para seguir aprendiendo, creciendo, enriqueciéndonos mutuamente y avanzando más libres en nuestros respectivos caminos.

Nunca me cansaré de daros las gracias a todos los que me regaláis parte de vuestro preciado tiempo leyendo estos posts. Aunque lo que más os agradezco es que sigáis escribiendo vosotros.

Mil gracias a todos los que me habéis acompañado y lo seguís haciendo en esta búsqueda incansable de conocimiento, pero especialmente:

A Juli Vert. No tiene blog, pero es una persona que lee todos mis posts y nunca deja de animarme a que siga escribiendo.

A Francesc Xavier Pérez. Tampoco tiene blog, pero al igual que Juli sigue mis publicaciones cuando las comparto en Facebook.

A Enric Boix, amigo de hace muchos años, que también sigue el blog por los enlaces de facebook.

A Juan Carlos Pérez, mi hermano, y una de las personas que más me ha alentado a escribir desde que teníamos ambos 16 años.

A Anna Llunell, ex compañera de trabajo y admirable persona, que también me lee con frecuencia.

A Miguel, por sus sabias letras y sus impagables lecciones de ópera en Letras Prestadas - Club Pickwick (letrasprestadas-clubpickwick.blogspot.com).

A Matilde, por la forma cómo imprime su delicada prosa en cada uno de nuestros sentidos en Matilde Bello, periodista y escritora - Matilde Bello Escritora y Periodista

A Keren, por sus sorprendentes relatos, sus poemas y sus interesantes reflexiones en  https://elrincondekeren.blogspot.com

A Eduardo, por su tremenda capacidad para buscar información de cualquier tema y deleitarnos con sus detalladísimos posts en https://raudeenlared.blogspot.com

A Rosa, por la cantidad de novelas que me ha dado a conocer gracias a sus acertadas reseñas en http://elblogdelafabula.blogspot.com

A Javier, por sus interesantes artículos sobre medicina, ciencia, ética y filosofia en CERCA DEL LETEO (javierpeteirocartelle.blogspot.com)

A Juan Carlos, por su gran dominio de la palabra para radiografiar la actualidad social y política de este país en Demasiadas palabras « Vejer en las hemerotecas y libros digitales (wordpress.com)

A Francisco Javier, por su talento literario en su novela Los caballeros de la Iglesia y por sus artículos políticamente incorrectos en El Arca de Dionisos – Pensamientos eclécticos de Javier Campos

A Marisa, por su talento literario, su particular manera de entender la vida y el mundo en Nuevo Viaje a Ítaca (nuevoviajeaitaca.blogspot.com)

A Javier, por sus interesantes artículos sobre el mundo de las ventas, la productividad y otros temas relacionados con la psicología social en riquezaonline (javiermartinezrivas.com)

A Estefanía, por su naturalidad a la hora de hablar de lo que la afecta directamente o más le interesa en Voces En Vela

A Rubén, por sus valuosos post sobre nuevas tecnologías y empresa en https://www.rberny.com/blog

A Lucía, por enseñarnos a mirar el mundo más allá de nuestros ojos en El mundo más allá de mis ojos (elmundomasallademisojos.blogspot.com)

 

Sin duda, hay muchos más bloguer@s a los que sigo y de quienes aprendo algo positivo cada vez que les leo, pero los que estáis en esta lista sois los que más me habéis acompañado en este pasado año. Un año atípico, que nos ha vuelto a todos un poco más individualistas al encerrarnos en nuestra singular burbuja de cristal. Pero internet ha contribuido a salvarnos las distancias y a mantenernos conectados para que nuestras neuronas siguiesen sinaptando a través del muro de pantallas que nos separaba.

 

Un abrazo enorme a tod@s y MIL GRACIAS POR ESTAR SIEMPRE.

 

Estrella Pisa.

 

Comentarios

  1. A veces se forma familia desde la distancia y es muy gratificante y bonito, la de cosas que nos pueden unir y la de emociones compartidas.

    Qué verdad sobre los años vividos, es la calidad de los días lo que marca la diferencia.

    Me ha encantado leerte y conocerte mejor.

    Muchas felicidades por eso 5 años y qué sean muchos más.
    Un abrazo gigante!

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  2. Mil gracias a ti, Estrella. Incluso en tu post de aniversario nos dejas valiosas lecciones vitales y aprendizajes. Me han emocionado mucho tus palabras.Tu blog fue todo un descubrimiento para mí, por ese tipo de cosas agradezco que exista internet jajaja. Un honor recibir la mención, pero cada vez que leo algo aquí (al igual que en algunos de los blogs que has mencionado y que sigo), me voy agradeciendo y me siento afortunada. Aunque no siempre deje comentarios, casi siempre pienso: "¡Qué bueno que alguien sepa esto, le guste e invierta su tiempo en compartirlo. Es guay que yo pueda leerlo!" En fin, me alegra que ya lleves tantos años compartiendo, cinco se dice pronto pero son años de mucho trabajo, dedicación y esfuerzo. Espero que todo siga fluyendo, y si cambia algo, por lo menos que sea bueno para ti.

    Te mando un gran abrazo :)

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    1. Muchas gracias, Estefanía, por este comentario tan generoso. Con personas como tú leyendo lo que escribo no me ha resultado difícil encontrar temas ni desarrollarlos durante estos cinco años. Espero poder seguir haciéndolo muchos más y poder seguir leyéndoos a tod@s vosotr@s.

      Un abrazo enorme.

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  3. De incansable buscadora a incansable buscadora. En primer lugar, ¡enhorabuena Estrella! Cinco años es ya una cifra notable en el mundo "bloguer", lo cual dice mucho de tu constancia y de esa energía tan generosa que tienes para compartir tus conocimientos y reflexiones. Yo, que soy una recién llegada, he descubierto en tus escritos esa fuente de luz que alumbra partes de mí que ya estaban ahí. No sé si me explico. Tienes una facilidad asombrosa para explicar aquello que, de tan evidente, soslayamos en la vida y que al mismo tiempo son vitales.
    En segundo lugar debo agradecerte que hayas mencionado mi nombre y mi blog. Me siento súper halagada, de verdad.
    En tercer lugar coincido contigo en eso que dices que entre nosotros y nosotras nos ayudamos a seguir descubriéndonos. Así que solo espero que podamos seguir haciéndolo Estrella.
    Que la escritura siga uniendo nuestros universos.
    Un fuerte abrazo

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    1. Qué bonito todo esto que me dices, Matilde. Y qué gran suerte la mía al descubrirse. Leerte es como escuchar música, una música especial que es capaz de amansar a todas mis fieras interiores y de reconectarme con la parte más dulce de la vida.

      Un abrazo enorme y mil gracias por ser como eres.

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